Escuela de Pensamiento y Creatividad

¿Qué es la EPC?

Un grupo de investigadores, profesores y educadores comparten, en diversos países, una metodología propia con el fin de ayudar a las personas -sobretodo a niños y jóvenes- a encontrar las claves necesarias para alcanzar una vida lograda.

El secreto consiste en 1) pensar de forma aquilatada, no dejarse manipular, tener poder de discernimiento para distinguir lo que construye nuestra personalidad y lo que la destruye; 2) aprender el arte de ser creativos en la vida cotidiana.

Para ello nos ofrecen gran ayuda la filosofía, el arte, la literatura, el cine. Todo ello lo moviliza la Escuela de Pensamiento y Creatividad de modo riguroso y accesible.

Este proyecto formativo, fundado en Madrid por Alfonso López Quintás y puesto en marcha en 1987,constituye un pilar fundamental en la labor formativa actual de la Fundación.

Su propósito es investigar a fondo lo que es e implica el desarrollo de la persona humana, a fin de que padres y educadores puedan ofrecer a niños y jóvenes claves de orientación lo suficientemente lúcidas para que éstos puedan extraer de ellas pautas de conducta certeras. El método es eminentemente creativo: no tiende tanto a “enseñar” determinados contenidos (leyes del desarrollo humano, el encuentro, los valores, la creatividad…) cuanto “ayudar a descubrirlos”. De esta forma, los niños y los jóvenes ven que su libertad no sólo no es mermada en modo alguno por los mayores sino que es incrementada de modo expreso.

Director de los Cursos

El autor y director de estos cursos es el doctor Alfonso López Quintás.

Consejo Asesor

  • Dª Amelia Córdoba de la Torre, Licenciada en Filosofía, Secretaria General de la EPC
  • Dª María Ángeles Almacellas Bernadó, Dra. en Filosofía y Ciencias de la Educación
  • D. Luis Aymá González, Dr. en Filosofía
  • Dª Isabel García Brun, Licenciada en Filosofía
  • D. Jorge Corral Busto, Licenciado en Filosofía

Método Formativo de los Cursos

Para ser bien acogido por el público actual ‒sobre todo por los jóvenes‒, un método formativo ha de proceder por vía de descubrimiento y ser rápido, bien articulado, sugestivo y entusiasmante. Ha de ilusionarles desde el principio, al observar que su vida se transforma y enriquece de manera rápida y sólida. Y esto lo consiguen con el mero recurso de subir de nivel de realidad y no reducirse a manejar objetos (nivel 1), sino decidirse a vivir experiencias reversibles ‒bidireccionales‒ con las realidades del entorno que les ofrecen posibilidades creativas (niveles 2, 3 y 4).

La tarea formativa comienza cuando el joven, a través de diferentes formas de creatividad ‒en el arte, el deporte, la literatura, el trato personal…‒ sube al nivel 2 y cobra conciencia de que ha ganado, con ello, una nueva dimensión. Este logro lo entusiasma y lo motiva para subir al nivel 3 ‒el de los valores‒ e incluso ‒si es creyente‒ al nivel 4, el religioso. Este tipo de entusiasmo ilusionadoes plenamenterealista, no iluso, pues tal perfeccionamiento de la persona se basa en algo tan real y efectivo como es recibir posibilidades creativas de las realidades del entorno y ofrecerles las propias.

El “Experto universitario en creatividad y valores”

Para adquirir una mirada profunda (ágil, capaz de ver a lo largo, lo ancho y lo profundo, distinguir los diversos niveles de realidad en que podemos vivir, acomodar nuestra mente a la lógica de cada uno de ellos…) realiza el profesor un estudio muy aquilatado de las doce fases que presenta nuestro proceso de desarrollo personal, y propone que niños y jóvenes las descubran y las vivan por sí mismos. Por eso su método opera por vía de descubrimiento. La enseñanza no debe consistir en transmitir conocimientos sólo de forma teórica, sino en ayudar a los alumnos a que los descubran con el profesor. Entonces se convierten en protagonistas y ganan en ilusión, entusiasmo y energía investigadora.

Esto sucede en los tres cursos on line del “Experto universitario en creatividad y valores”. Se ofrece aquí un método renovador, creativo de principio a fin, muy constructivo, realista, sumamente eficaz y viable. Y, por eso, entusiasmante. No quiere demoler, sino construir, y lo consigue apoyándose en las inmensas posibilidades que tiene la persona humana cuando descubre los tesoros que alberga, por constituir –según la ciencia y la antropología actuales –un ser de encuentro y, derivadamente, un ser llamado a optar por el ideal de la unidad, la justicia, la belleza y la verdad.

• En el Primer Curso se descubren las doce fases de nuestro proceso de desarrollo personal, en las cuales renunciamos a la voluntad de dominio y, a cambio, adquirimos diversas formas de libertad creativa. Al hilo de esta sorprendente experiencia de ascenso del nivel 1 a los niveles 2, 3 y 4, aprendemos el arte de pensar de modo preciso y descubrimos la importancia decisiva del encuentro y el ideal de la unidad.
 En el Segundo Curso vemos, con ejemplos, cómo la aplicación de lo analizado en el primero nos permite convertir la literatura, el cine, el arte plástico y la música en una impresionante fuente de formación humana.
• El Tercer Curso nos permite aprovechar lo ya estudiado para abordar los grandes temas de la Ética y la Axiología o tratado de los valores. Singular importancia presenta el análisis de los procesos de vértigo, pues nos da una clave lúcida para entender y prevenir, de raíz, los diferentes tipos de adicciones.

En el siguiente enlace se expone la necesidad de un método que presente tales condiciones y su carácter ascendente y promotor.

Como este método no se basa en especulaciones meramente teóricas, sino en el descubrimiento de la riqueza que albergan realidades y acontecimientos propios de los niveles 2, 3 y 4, es lógico que su aplicación a diversos aspectos de la vida humana sea sumamente eficaz. Podemos ver varias aplicaciones de este método.

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